Huerto

En enero nos escribió la monitora de huerto de este curso para contarnos los problemas que se ha encontrado en nuestro huerto para poder diseñarlo como a ella le gustaría que fuera: un espacio abundante y lleno de vida donde poder disfrutar observando e interviniendo en consonancia con la naturaleza.

En primer lugar vio una gran falta de respeto por parte de algun@s niñ@s y por parte de familias que entran por las tardes durante las actividades extraescolares. Por ejemplo, en una ocasión dejó una planta de tupinambo cubierta en las raíces con tierra con idea de plantarla bien al siguiente día y cuando volvió alguien la había movido dejando las raíces desnudas y secas y además le había arrancado las flores amarillas. Aquella era una planta que le regalaron en el Retiro y le hacía mucha ilusión  plantarla en el colegio porque se expande rápido, tiene unas flores preciosas, se pueden comer los rizomas y además crea mucha biomasa, que es lo que falta hace en nuestro huerto.

Otro gran problema es la cantidad de basura que entra al huerto incluso desde la parte exterior del patio.

Sobre estos dos puntos está trabajando en concienciar al alumnado para no entrar en el huerto sin el acompañamiento de un profesor o monitor del centro y en llevar el almuerzo en envases reutilizables o si son desechables tirarlos en los lugares correspondientes.

Por otro lado, tenemos un problema de base que es que el huerto está hecho sobre una escombrera y cuando cavan no para de salir basura y cuando abonan casi todo se lixivia hacia abajo. En este terreno es difícil que prosperen nuestras hortalizas. Ha observado que las que plantaron de plantel se están quedando muy pequeñas y mordisqueadas por conejos y las que pusieron de semilla apenas germinan y están siendo desenterradas y devoradas por aves. El problema con los animales ya están intentando solucionarlo haciendo comederos de aves y solicitando con una valla gallinera que deberían traernos de la Red de Huertos, pero todavía queda el problema del suelo.

Ha pensado que podríamos introducir algunas plantas resistentes a suelos semiáridos y a sequía, que además se puedan consumir de alguna manera y con ellas crear un seto entorno al huerto. Ya trajo de su casa algunas crasas y cactaceas y algunos esquejes de romero y hierba luisa, pero de momento sólo han tirado 3 romeros.

Necesitamos traer vida al huerto, materia orgánica que se acumule y que de pie a otros seres vivos.

Nos pedía ayuda para poder comprar algunas plantas como laurel, madroño y mirto que son las mejores opciones que ha encontrado teniendo en cuenta su rusticidad, que son de hoja perenne y dan alimento, además de ser inofensivas para los niños. Por otro lado, le han recomendado el tagasaste, que es una leguminosa muy utilizada para recuperar escombreras.

Por último nos decía que si podíamos acercarnos un día al huerto y verlo con ella. Nos acercamos el siguiente día que estuvo ella, nos lo estuvo explicando y estuvimos viendo diferentes formas de colaborar.

Nos pusimos en contacto con la coordinadora de huerto del colegio y nos escribieron de la red de huertos para informarnos sobre las dudas que planteábamos sobre cómo conseguir plantas del vivero de estufas del Retiro y con el contacto de la unidad distrital para arreglar el huerto.

La semana pasada esta colaboración comenzó a dar sus frutos y vinieron a ver el huerto de la unidad distrital para ver si pueden darnos solución a la valla y hacer más profundos los bancales y, por otra parte, nuestra secretaria se acercó al Retiro el jueves a recoger un total de 195 plantas de perejil, camomila, crisantemos, prímulas y pericallis.

Esperamos que se solucionen los problemas estructurales del huerto y que estas plantas se adapten al suelo y empiecen a crecer y aportar vida.